Semana 50. 349/16
Valeriano
Hac?a 1880, en Candelario, un pueblo de la provincia de Salamanca, viv?a Constantino Rico, quien elaboraba embutidos en su casa.
Un d?a, una de sus empleadas, harta de un perro que no dejaba de molestar, lo at? con lo primero que encontr?: Una ristra de longanizas.
El perro logr? soltarse y se pase? por las calles del pueblo con los restos de su "cadena".
Pronto corri? el bulo de que en casa del t?o Rico, ataban los perros con longanizas, lo que se acab? tomando como demostraci?n de opulencia y derroche.